
El objetivo de la probabilidad, desde un punto de vista matemático, es exponer de manera cuantitativa las predicciones en un contexto de incertidumbre. Si pensamos en un dado que tiene seis lados, la probabilidad de obtenerse un número específico en una jugada es una en seis posibilidades, o sea, 1/6.
La probabilidad de un evento A es igual al número de casos favorables al mismo dividido por el número total de resultados posibles del experimento, es decir P(A) = n(A) /n (S), donde S es el espacio de toda la muestra; es decir, todos los resultados posibles de un experimento aleatorio.
También se podría definir así: la probabilidad de un suceso es la misma que el límite que da el número de ocurrencias del evento dividido por el número total de repeticiones del experimento.
La probabilidad es un requisito necesario para le generación de la famosa “teoría de juegos” y para entender las apuestas comunes en los casinos.
Casi todos los juegos de azar, especialmente los juegos de apuestas, dependen fundamentalmente de la probabilidad estadística.
Alrededor del año 2000 aC, los antiguos egipcios ya habían planteado el diseño de un dado de 6 caras y al parecer era un entretenimiento regular.
Hace 3.000 años, en el Imperio Chino ya se hacían apuestas por dinero o por diversión, más tarde se unieron Europa y el Próximo. En China hacia el año 500 a.C. los juegos de mesa ya estaban presentes y fueron pioneros de las apuestas en eventos deportivos, carreras y combates, tanto de hombres como de animales.
Las tragaperras son máquinas que tras un intercambio de una cantidad de dinero aparentemente indeterminada dan un tiempo de juego y fortuitamente dan un premio en efectivo. Suelen tener dos presentaciones diferentes:
Programadas. El premio depende de un programa interno en la máquina, de manera que después de una serie de jugadas la máquina debe devolver, en teoría, una cantidad determinada de lo que se ha metido en ella.
De azar. En estas máquinas los resultados están atados totalmente al azar. Es necesario recurrir a la estadística y la probabilidad para conocer el porcentaje de resultados favorables.
En cuanto al juego de los dados, consiste en lanzar un objeto poliédrico –con distintos resultados en cada lado- y elegir tomando como el resultado correcto el que salga con el lado con la vista hacia arriba. El dado más conocido tiene 6 lados por lo que la probabilidad de ganar es de 1 entre 6, es decir 16,67%.
Por último, la ruleta debe su origen al matemático francés Blaise Pascal, y su nombre viene del término francés roulette, que significa pequeña rueda. En principio poseía 36 números y a finales del siglo XIX, los hermanos Blanc la modificaron añadiendo un nuevo número, el 0, y lo introdujeron en el Casino de Montecarlo.
Fuente:
https://www.lavozdelsur.es/la-importancia-de-la-probabilidad-en-los-juegos-de-azar/
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